El prolífico inventor de la bombilla, Thomas Edison, en una ocasión dijo lo siguiente:
No he fracasado. He encontrado 10.000 maneras que no funcionan.
Se comenta que lo dijo después de inventar la bombilla porque tuvo que realizar más de diez mil intentos fallidos con los costes que ello implica. Él no se dejó frustrar por el desacierto y siguió con su empeño hasta que lo logró.
Ello es consecuencia de ser consciente de que las cosas no salen a la primera. Una aptitud con la que nacemos, pero que, por alguna razón, se puede perder en el empeño de crecer. Fijémonos cuando un bebé aprende a andar; cae y no llora. Los bebes erran más de mil veces y mantienen su sonrisa. Sin embargo, al crecer, al igual que perdemos los rasgos infantiles, esta cualidad parece huir de nosotros y debemos atraparla para evitar que se marche. Todo ello requiere un esfuerzo adicional que teníamos dado por nacimiento.
Siguiendo este enfoque, voy a dedicar esta página a resumir todos los modelos que he encontrado y los he descartado. Esta tarea es útil para no volver a realizar lo mismo dos veces. También es útil para poder revisar si los argumentos alegados fueron oportunos. Ambas utilidades permiten el aprendizaje y dan pie a que suceda un fenómeno parecido al que ocurrió con el “PostIt”. La invención de su pegamento fue en los años 1968 y bastante tiempo después no se utilizó como papel de notas o Post-it (ver oepm página 40).
¡Continuará!