En un artículo anterior proponía una “Guía experimental para conseguir un color” en donde al final avanzaba que tenía deficiencias. Por consiguiente, he de evaluar la calidad de esta guía para llegar su propósito. Así que, me pregunto: ¿cuándo unas directrices o pasos dejan de ser una guía? O, lo que es lo mismo, ¿cuántos errores puede admitir una guía? ¿Que no le perdonaríamos? ¿Hasta qué punto aceptaremos la aproximación que nos aporta?
Todas las preguntas anteriores residen más en el concepto de guía que en el caso concreto del que hablo. Obviamente, lo que se diga en adelante debe valer para todas las demás. En este artículo desvelaremos las preguntas hechas, mediante la diferencia entre los términos guía, método y algoritmo.
Ventaja de conocer las respuestas
Más allá del interesante debate filosófico que pueden encerrar estas dudas, tiene una aplicación muy práctica a nuestro día a día. A menudo vivimos frustraciones y no siempre estamos preparados. De hecho, muchas veces el fracaso nos sorprende porque hemos creído tener un método infalible. Momento que nos culpamos de algún error. Pero si el método es falible, entonces estamos preparados para recibir un bofetón. Si evitamos la sorpresa, evitaremos la depresión pasajera, la inmerecida culpa y otros disgustos. Por todo ello, ¿no crees que ello mejora nuestra calidad de vida?
Empecemos
El propósito de este artículo es diferenciar entre guía, método y algoritmo para luego aplicarlo a la guía que ofrecí tiempo atrás y a la vez responder las preguntas del primer párrafo. Sugiero, entonces, consultar a los expertos de la Real Academia Española. Luego, ver cuáles son sinónimos y sus antónimos. Más adelante, hablaremos del sentido que le damos a cada palabra en nuestro día a día. Finalmente, deberemos concluir algo y, en caso que se pueda, cuantificar. Dejarlo en el aire no nos llevará a ningún sitio y se trata de salir un poco de nuestra zona de confort sin apenas arriesgarse a nada.
Definiciones
Veamos que dicen los Académicos:
Guía: Aquello que dirige o encamina.
Diccionario on line de la Real Academia Española (Enero 2020).
Método: Modo de decir o hacer con orden.
Diccionario on line de la Real Academia Española (Enero 2020).
Algoritmo: Conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución a un problema.
Diccionario on line de la Real Academia Española (Enero 2020).
Aunque hay más acepciones estas son las que destaco por su idoneidad en la problemática planteada.
Sinónimos
Los sinónimos más relevantes son:
- Guía: conductor, orientador, consultor, consejero, maestro, itinerario, plano, esbozo, manual, etc.
- Método: procedimiento, técnica, sistema, etc.
- Algoritmo: operación, cálculo.
Antónimos
No todos los sustantivos tienen antónimos. Para esos casos, he tomado los antónimos de su correspondiente verbo.
- Guiar: Desencaminar,
- Metodizar: desordenar, irregularizar.
- Algoritmo: Ø
Observaciones cotidianas
En primer lugar, he visto que en Internet la palabra guía se asocia mucho a las revistas de televisión. Personalmente, este tipo de prensa no encamina a elegir bien el programa que necesitas ver. Muchas veces resulta decepcionante enterarte por otros medios lo que buscabas. Otras veces acabas viendo lo que ella recomienda ver fruto de la publicidad. Si dichos casos se dan a menudo, ¿para qué la revista?
Además, una guía ni es una carta, ni un catálogo, ni una paleta, ni una tabla, ni una cartilla de programas televisivos, de colores o del producto que sea. Una guía un conjunto de directrices o una persona debe tenerte en cuenta para recomendarte el siguiente paso a realizar. Para mí, las guías se siguen, se ejecutan, se les hace caso. Creo que es entonces cuando te encamina en una dirección como dice el diccionario del castellano por excelencia.
En segundo lugar, la definición de método es bastante parecida a la de guía. No obstante, aquí se requiere de un orden. Esta diferencia no debe pasar desapercibida ni ser menospreciada. Creo que, en general, el uso que le damos a la palabra guía es el mismo que el de método, pero distinguimos entre dos casos. Cuando es más efectivo y se pide más rigor que el otro, lo reservamos para decir que es un método.
En tercer lugar, la definición de algoritmo no deja paso a otras interpretaciones. En un algoritmo como ocurre en informática están todos los casos cubiertos. No solo nos guía, no sólo es un método, sino que nos lleva a conseguir lo que buscamos. La palabra algoritmo la reservamos generalmente al campo de la informática debido a que solo funciona en unas condiciones muy específicas como es la de realizar un cálculo.
En la práctica, sucede que no se pueden cubrir todos los casos porque resulta muy difícil describirlos de forma minuciosa y exhaustiva. Tal vez por ello que no pidamos un algoritmo y nos centramos en pedir una guía o método. En principio no hay ningún inconveniente, el problema es cuando necesitamos un 100% de efectividad. Como hemos visto la guía nos encaminará y el método nos ayudará un poco más, pero en ambos casos no tenemos garantizado el logro. Para ello está el algoritmo, si existe.
Cuantificación o identificación numérica
En el apartado anterior, hemos finalizado con una manera de identificar un número con una palabra. Si estamos en este contexto es lo mismo hablar de un algoritmo, que de un procedimiento 100% eficaz, es decir, el 100% de las veces que ejecutemos el algoritmo alcanzaremos el logro.
Las distinciones que expreso aquí nos serán útiles más adelante, sobre todo si sigues este blog. Como ya he dicho, el beneficio de extraerlas de dentro de un mismo saco y, por tanto, de diferenciarlas, reside en mejorar nuestra calidad de vida. Por consiguiente, debido a que los demás no distinguen estas palabras, podremos aconsejarles sobre este tema.
Sigamos pensando en qué es un método, es decir, leamos detenidamente: modo ordenado de hacer las cosas. Lo cual lo podemos leer como: manera ordenada de hacer las tareas para conseguir lo que queremos. La principal diferencia entre la definición anterior y la de guía reside en que se incluye la palabra ordenado. Si añadimos esta condición es para distinguirla de los demás conceptos. Si el orden no fuese una ventaja, no lo utilizaríamos. Así que, podemos decir que un método es más eficaz que una guía.
Paralelamente, tenemos que un orden siempre enriquece la claridad de las directrices. Ello significa que será mejor entendido. Tengamos presente que a veces, los pasos de una guía a otra son los mismos y por cambiar el orden a seguir cambia la efectividad de la guía.
En resumen, tenemos que Algoritmo es más efectivo que Método, este más que guía y, finalmente, este más efectiva que hacer las cosas de manera azarosa, intuitivamente sin experiencia o de forma arbitraria. Esta es la clave para seguir cuantificando. Veamos cuál es el alcance del azar.
La ejecución al azar
Para cuantificar un conjunto de tarea seguidas de forma azarosa, solo debemos calcular la fórmula de Laplace de la probabilidad adaptada aquí, es decir, Casos de éxito/Casos emprendidos (tasa de éxito) para cada uno de los órdenes posibles. Por ejemplo, si hemos hecho algo sin saber muy bien cómo se hace, podemos tender que, al repetirlo varias veces, un acierto de cada tres, es decir, se puede identificar ese estilo u orden en el 33%.
Para mí, una serie de pasos seguidos de forma azarosa pueden llegar al 50% como máximo porque de lo contrario empieza a tener una componente efectiva. Para ello, me baso en el lanzamiento de una moneda bien equilibrada. Si solo tenemos una decisión que ejecutar, por ejemplo, la manera más fácil de decidir sin experiencia es la de lanzar una moneda. Entonces, se espera acertar en el 50%. Consecuentemente, añadiremos conocimiento cuando ese porcentaje aumente. Como regla general, si nuestra forma de hacer las cosas no nos da una tasa de éxito superior al 50%, no se puede decir que sabemos, ya que con al tutún estarímos igual o más aciertos.
La norma anterior nos brinda la oportunidad de decir que una guía tiene una efectividad mayor del 50%, sin exigir poner de nuestra parte. O, dicho de otro modo, debemos intervenir para terminar de llegar a nuestro objetivo en menos del 50% de los casos.
Siguiendo el mismo razonamiento, un método requiere menos intervenciones nuestras, es decir, un porcentaje inferior al de la guía. Tomando la costumbre de la estadística del 95% y dado el vacío que hay, establezco esta escala graduada para las guías, métodos o algoritmos.
Algoritmo | → | 100% éxitos |
Método | → | [95% éxitos, 100% éxitos] |
Guía | → | [51% éxitos, 95% éxitos] |
Arbitrario | → | [0% éxitos, 50% éxitos] |
Conclusiones
En este post están los razonamientos que me llevan a la identificación de las palabras arbitrario, guía, método y algoritmo con números. Como decía en un artículo anterior, mejor tener unas unidades subjetivas que ninguna. Estos porcentajes o proporciones los utilizaré para evaluar la guía que propuse tiempo atrás.
He partido de las definiciones convencionales y del uso cotidiano que le damos a cada una de las palabras. Este camino me ha llevado hasta aquí, pero puede suceder que nos lleve a otro lugar, si se parte de una perspectiva diferente. Si es su caso, puede expresarse libremente en los comentarios.
Recuerda cuando aprendiste a ir en bicicleta. Te dieron unas directrices. Pero, aún no sabías muy bien que significaba mantener el equilibrio en la bici y otros tecnicismos. Así que no entenderías la mitad de sus palabras, aunque, eso sí, aprendiste porque pusiste mucho de tu parte y lo hiciste en pocos intentos. La guía, sigue funcionando con más niños, tal vez esas directrices deban ser admitidas como un método para aprender a ir en bicicleta.
Agradecimientos
Mis agradecimientos a:
Gracias por leer. Te invito a visitar las últimas publicaciones. Actualmente, busco conocer gente con otros puntos de vista y con otras opiniones, además de gente que coincida conmigo. Así que siéntete libre para comentar, tuitear o dar algún tipo de feedback.
Muy buena entrada. Un saludo
Me alegra que te guste.