Momentos eureka y misterios en el interior

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Una profesora del instituto me contó que Newton se preguntó por qué caen las manzanas. Una afirmación un tanto imprecisa, pero muy posible. El famoso mito de Newton es real hasta cierto punto como explica este artículo de la BBC. La prestigiosa agencia nos cuenta un poco lo que se puede deducir de los textos que se conservan: la caída de la manzana representó un momento eureka para este genio inglés.

Un momento eureka es una experiencia agradable que todos vivimos alguna vez. Se produce cuando desvelamos o resolvemos una pregunta o problema en nuestro interior y, posteriormente, somos consciente de esa revelación. Cada vez que decimos «¡Ah! Ahora entiendo.» nos estamos aproximando a lo que sería un momento eureka.

Según la agencia de periodismo científico SINC, para que llegue ese momento debemos desconectar. Algo bastante contrario a la obsesión por un resultado. Por ello pienso que la pregunta o la solución al problema, llamémoslo misterio, debe ser interiorizado en nuestra mente. Solo así podemos funcionar de manera inconsciente. De lo contrario, si lo olvidamos por completo, no vamos a encontrar una respuesta.

Newton debió preguntarse a sí mismo algo parecido a por qué caen los objetos o, dicho de forma más poética, por qué caen las manzanas. Seguramente, ese misterio lo hizo suyo, como algo particular; le motivó su resolución y la dejó pendiente de responder en su mente. De no haber sido así nunca le hubiese llegado el momento eureka.

Otro ejemplo claro lo encontramos con Einstein (Muchnik_1989*), quien se preguntó: ¿por qué la aguja de la brújula apuntaba siempre hacia el mismo sitio? Un suceso cotidiano de gran relevancia en la ciencia. No sé cuándo tuvo su momento eureka, pero consiguió resolver ese misterio particular que el arrastró desde su infancia.

Todos tenemos misterios en nuestro interior

Las preguntas que calan en nuestro interior son aquellas que nuestra mente se empeña en encontrarles un momento eureka. Por lo que he leído, estas dudas surgen en nuestra infancia. Por ello, dado que la infancia es una época donde la curiosidad nos invade, creo que todos tenemos dudas y, por tanto, la posibilidad de tener nuestro momento eureka.

Obviamente, no es necesario que sean preguntas de gran relevancia para la ciencia, pero si para nosotros. Tampoco se ciñen a la física. Muchos tendrán dudas sobre sociología, por ejemplo, del tipo ¿por qué la gente reacciona así delante de cierto entorno? O del ámbito de la psicología, ¿por qué me pasa esto? No precisamente deben salir de lo cotidiano.

Curiosidad para crecer

Creo que una curiosidad paciente nos ayudará a crecer porque no todo lo que vemos lo entendemos. Además, a pesar de esa falta de comprensión, seguimos funcionando. Pero si resolvemos los misterios, tendremos gran satisfacción porque representa una victoria y un mejor entendimiento del mundo que nos rodea. Después de este, vendrá otro y así seguiremos creciendo.

Por ello, no debemos apartar de nuestra vida esos particulares misterios internos. Tan solo debemos dejarlos latente en nuestra mente, dedicarle algún tiempo sin sofocarse por la respuesta. Pero tampoco debemos dejar que absorba nuestras energías hasta no poder dejar de pensar en ello. Si, por alguna razón, caemos en un misterio que nos impide funcionar, debemos acudir a un especialista para que nos ayude a desconectar. Como decía el artículo anterior de SINC, el momento eureka llegará cuando desconectemos.

Un misterio que llevo en mi interior

Ser consciente de uno mismo es una habilidad que hay que desarrollar. Un camino para ello es establecer una relación de amistad con uno mismo. Todo ello nos llevará a tener una vida con mayor sentido. Así que si te explico cuáles son los misterios que llevo en mi interior, tal vez te ayude a identificar los tuyos.

Si sigues este blog ya conoces un misterio mío: ¿cómo numerar los colores? Veamos su origen. De pequeño solía ir al taller de mi padre, de chapa y pintura, y veía como mezclaba colores para formar otros. Tenía una estantería llena de botes de pintura que los llamaba bases. Eran esas bases las que utilizaba para formar el color de pintura que necesitaba para cada coche.

Curiosamente las bases no tenían nombre, sino que estaban numeradas. Me preguntaba por qué esa numeración y no otra, o más formalmente ¿qué relación hay entre esos números y su color? Mi pasión por las matemáticas crecía y esa pregunta permanecía en el tintero. No le prestaba tiempo, pero tampoco la olvidaba. Era un misterio que llevaba en mi interior.

En este blog, me pregunto cómo numerar los colores de manera que respete la suma, es decir, se puede encontrar una numeración en los colores de forma que si sumamos esos números el resultado corresponda con el color mezcla. Por ejemplo, si el 1 es rojo, el 2 es el amarillo, entonces el 3 debe ser el naranja, porque 1 + 2 = 3 y rojo mezclado con amarillo es naranja. Esto aplicado a todos los colores se complica y mucho más cuando tenemos en cuenta que no hay solo un rojo ni un solo un amarillo y existen muchos naranjas…

Debo aclarar que este misterio de alguna manera lo he «profesionalizado» ya que ha pasado a ser una parte central de mi qué hacer diario. Puedo añadir que he tenido otros misterios rondando en mi inconsciente. Algunos de los cuales eran de ámbito personal. Muchos de ellos les he encontrado un momento eureka y otros los he abandonado o eso parece.

Conclusión

Espero que seas capaz de recordar tus momentos reveladores, esos momentos «¡Ah! Ahora entiendo.» y esos momentos eureka. Son un avance en nuestra vida a pesar de no notar un cambio radical como el que imaginamos con la lotería. Una amistad con nosotros mismos y un mejor entendimiento de nuestro entorno, nos fortalecerá. En mi opinión, un momento eureka vendrá cuando previamente hemos interiorizado el misterio, aunque ello no nos garantiza la victoria, lo contrario nos lleva a la respuesta vacía.

Referencias

  • BBC
  • SINC
  • Muchnik, Mario. «Albert Einstein». Editorial Lumen. Barcelona 1989, ISBN:8426424015

Agradecimientos

La imagen destacada es una imagen derivada de una perteneciente al autor Gordon Johnson en Pixabay.


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