Un método consiste en una serie de pasos a seguir para lograr un fin. El Dr. Ferrer, experto en cibernética y sistemas, nos enseña un procedimiento genérico para cualquier objetivo que un sistema quiera conseguir. Espero que, al finalizar la lectura del artículo, coincida conmigo en que dicho método debe estar contenido, de alguna forma, en cualquier otro más específico como pueda ser el método científico.
A principios de la década de los 70, la Universitat de València encargó la honorable tarea de ofrecer una lección inaugural del curso 1972-73 a Lorenzo Ferrer, catedrático universitario en ciencias. Debió cumplir con las altas expectativas que se esperaban de él, ya que, dicha tarea acabó impreso en un libro.
La publicación del libro abrió la posibilidad, aún presente, de que cualquier ciudadano pueda acceder a dicha clase maestra impartida como lección de apertura del apetito de conocimientos a los alumnos. Es así cómo «acudí» a dicha clase en diferido. En este artículo os contaré el método que él pone de manifiesto para que un sistema dirigido por alguien consiga un objetivo.
A continuación, usaré un ejemplo bastante cotidiano, a partir del cual se intuye la metodología que el Dr. Ferrer nos explica en dicho documento. Esto nos facilitará su comprensión, nos familiarizaremos mejor y no parecerá un conejo salido de la chistera de algún mago.
Si tenemos la edad necesaria exigida por la legislación de nuestro país, es bastante seguro que tengamos el Carnet de Conducir, de lo contrario, seguro que conocemos a alguien cercano que lo tenga. Por tanto, la conducción es una situación muy cotidiana y bien conocida por nosotros.
Un día decidimos ir a un lugar, para ello cogemos el coche. ¿Qué ha ocurrido? Que hemos definido, ya, el objetivo: estar en un lugar de nombre poco importante, a una distancia concreta al cabo de un tiempo próximo. Así, el primer paso de toda metodología consiste en fijar el objetivo, el cual debe estar bien definido.
Una vez sabemos a donde vamos, de forma espontánea, elegimos la ruta que más nos agrade en ese momento. Este es el segundo paso para conseguir un objetivo. El matemático Lorenzo lo llama: fijar la trayectoria. Debemos entender que, en otros casos, no es más que programar las acciones necesarias para llegar al objetivo que, libremente, se quiere alcanzar.
Dados los dos pasos anteriores, solo nos queda ejecutar nuestras acciones. En el ejemplo, no es más que coger el coche y empezar a conducir hacia nuestro destino. Este paso recibe el nombre de: colocar el sistema en trayectoria. Es como si la trayectoria fuese un raíl y nos bastara con dejar caer el tren en las vías.
Los 3 pasos anteriores, los cumplimos todos sin haber tenido un profesor que nos lo dijera. A continuación, siguen dos pasos más los cuales no todos o no siempre los ejecutamos. Por sentido común, aquellos que tienen una tasa más alta de objetivos conseguidos, sí los ejecutan.
El cuarto paso, se trata de corregir las desviaciones en trayectoria que tengamos. Una cosa es lo planificado y otra es lo que surge. Para no lograr una meta diferente, debemos estar atentos a las desviaciones (incumplimientos, retrasos, errores de ejecución, etc.) para conseguir ir al destino que hemos elegido.
Siguiendo en el ejemplo de desplazarnos en coche a un destino, recordemos que muchas veces al ir por la ruta elegida nos econtramos ante un desvío. Incluso puede ocurrir que el desvío por donde debemos ir no esté indicado y no tenemos más remedio que improvisar.
Para finalizar la metodología de Lorenzo Ferrer, queda un quinto paso. Hay ejecuciones en las cuales solo se puede renunciar al objetivo inicial y debemos modificarlo junto su trayectoria. De esa forma se tiene que elegimos la meta más cercana. Este paso se llama modificar objetivos y trayectorias.
Si las desviaciones nos han retrasado mucho tiempo, lo más probable es que lleguemos más tarde. Esto nos obliga a cambiar la hora de llegada. Cuando vamos en coche y tenemos copiloto, es buena idea que el copiloto avise sobre nuestro retraso. Esto no es más que modificar el objetivo.
Un resumen lo tenemos abajo a modo de cita del libro La teoría de sistemas, instrumento básico en la evolución adaptativa de ciencia, estado y sociedad, en el marco del eco-sistema. Valencia 1972. Página 92. Lorenzo Ferrer Figueras. Debo decir que quizás este método no sea de él y pertenezca a algún autor de la bibliografía.
- Fijar los objetivos
- Fijar trayectorias
- Colocar sistema en trayectoria
- Corregir desviaciones en trayectoria
- Eventualmente, modificar objetivos y trayectorias
Llegados a este punto estamos en condiciones de distinguir entre objetivo, aventura e ilusión. Un objetivo tiene que depender de nosotros, es decir, gran parte de los factores que intervienen para lograr el objetivo está en nuestras manos. Por ejemplo, ir a la bilbioteca es algo que depende de nosotros, aunque puede haber interrupciones hechos que nos impidan conseguir algo tan básico y elemental.
Otra cualidad a tener en cuenta es: los tiempos en la trayectoria. Cuando no se sabe que durará la trayectoria o partes de ellas por el motivo que fuere, estamos ante una aventura. Diferente es cuando estamos ante un sueño, entonces, ni podemos establecer los tiempos ni la trayectoria.
Un ejemplo de sueño o ilusión es cuando queremos que nos toque la lotería, no sabemos que hacer para llegar con éxito al primer premio. El factor más importante es «inmune» a nuestras acciones, es decir, hagamos lo que hagamos no conseguiremos el premio deseado. Por tanto, no se puede decir que dicho propósito sea un objetivo ni que sea una aventura.
Cibernética
Para finalizar haré un comentario sobre la cibernética. Esta
ciencia que estudia el control y la comunicación en los animales y máquinas,1
es la encargada de describir como los animales y las personas proceden para conseguir sus objetivos. Esto es así debido a que el control solo tiene sentido cuando hay un objetivo a lograr, aunque este sólo sea el de mantenerse estable. Por tanto, los expertos en esta materia nos ayudarán mucho en nuestro día a día, a parte de inventar robots que mejorarán la vida de cualquiera.
1 Flórez, C; Vadalá Barake, S; de la Cruz, F; Zurek Varela, E; (2000). Cibernética: fundamentos y evolución. Ingeniería y Desarrollo, (7) 14-20. Recuperado de http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/ingenieria/article/view/2233/1453