En la tercera entrega, vimos la similitud entre los colores* y la cadena del ADN. Si esta cadena es capaz de definir la forma de un ser vivo, entonces los colores y las formas están relacionados entre sí. En ese caso, la forma de codificar los colores guarde un “paralelismo” con las formas geométricas
Si partimos de polígonos o de poliedros, los podremos inscribir en una circunferencia o esfera, en el caso que sean regulares. De no ser así, será inscrito dentro de una curva cerrada o una circunferencia «mal dibujada». Vimos cómo la esfera recogía muchos colores aunque no estaban todos…
Esta vez queda en el aire disponer de una relación más fuerte entre colores y formas. Espero que el avance por este empeño mejore nuestro conocimiento y lleguemos a esa relación fuerte. En todo caso, ello nos dice que hay un camino por recorrer y un campo por explorar según mi perspectiva.