Los colores* no sólo son una característica de la luz como explicaba en la primera entrega. También lo son de la materia. Eso significa que la materia tiene ciertas características que hacen que sea vista de un color diferente.
Antes de entrar en el mundo material quiero hacer, primero, una observación. Esta trata sobre las peculiaridades de la materia. La base de la observación se encuentra en los estudios de secundaria. Momento en el cual se imparte la ley de los gases nobles. Aquella que decía:
PV=nRT
En ese nivel de estudios esta ley era cierta para cualquier gas. Si bien ya nos dijeron que a veces fallaba, la seguíamos considerando cierta.
Ahora recurriré al libro de David Bryant* [1], en donde se dedica un apartado entero a explicar por qué falla. Básicamente dice que al montar la teoría de átomos y gases se hacen dos supuestos que en ciertos casos no se cumplen. Estos son, considerar que el volumen de las moléculas es nulo y que los choques entre ellos no producen ninguna interacción1.
Ello explica que no se cumpla la fórmula. Pero, además, nos sugiere que puede darse el resultado de cumplirse para unos pocos casos. De ese modo, sobre el gas helio y el hidrógeno se cumple. Pero con otros quizás no, aunque se aproxime.
Lo dicho anteriormente me sugiere que hay posibilidades que suceda lo mismo. Pienso que los resultados de la primera entrega si los aplicamos al color-pigmento (color-materia*, color-pintura, color-tinta, todos hacen referencia a las misma propiedad de la materia) sucederá algo parecido. Se cumplirá la teoría dependiendo del tipo de material. De modo que lo que ocurre en los colores-luz* sea un caso concreto.
No obstante, será un avance al igual que lo es el descubrir la relación entre los intervinientes de la fórmula anterior. Esto es algo importante a tener en cuenta porque nos previene de un objetivo inalcanzable que nos llevaría al fracaso.
Referencias
- Física. Aprende tú sólo. David Bryant. Ediciones Pirámide S.A. Madrid. 1993
Notas al pie
1 Este es un caso concreto de modelo idealizado. No está mal, pero tampoco es cierto del todo, es decir, no se cumplen todos los detalles.