Siento la necesidad de contar mis últimos avances en el análisis sistémico. No me preguntes por qué. Solo puedo decir que él último evento de la SESGE al que asistí de manera online revivió esta emoción. Allí se hacía una clasificación de la información para proteger la integridad de las empresas y más generalmente cualquier sistema. Sin más, empiezo.
Introducción
Aristóteles es considerado el padre de la Taxonomía biológica. Esta ciencia trata de distinguir a todos los seres vivos según criterios objetivos y, de ese modo, clasificarlos en taxones. Así, cuando encontremos un ser vivo, lo encasillaremos en alguna parte de la clasificación y ello nos dará información sobre este. Recordemos que en primaria distinguíamos a los mamíferos de los ovíparos. Ya a tan temprana edad practicábamos esta ciencia.
La filosofía y las matemáticas han evolucionado desde la Antigua Grecia y, por ello, hoy puedo y quiero mostrar cómo se pueden aplicar los nuevos resultados en esta ciencia para que mejore. Debo decir que en algunos ámbitos diferentes ya se está aplicando, por lo que la idea no es mía. En todo caso, el Acuerdo de Marrakech me permite seguir adelante.
Aunque parezca mentira tiene relación en los colores y en la geometría. Tal vez lo explique al final. Por el momento seguiremos como algo que se sale del tema central del blog. Como sabrás, en su día, nuestro progenitor filosófico Aristóteles dividió a todos los seres vivos en reinos. Estos en … Para ello se requiere hacer un análisis primero.
En la actualidad, conozco dos tipos de análisis: el sistémico y el mecanicista o cartesiano en memoria a Descartes. Este último análisis presupone que el todo es la unión de las partes. Por ello que solo divide el todo y se olvida de más factores. No obstante, Aristóteles decía que el todo es más que la unión de las partes sin conocer aún el análisis sistémico, el cual creo que tiene origen en el siglo XX. El análisis sistémico además de dividir describe la relación entre las partes. En este texto mostraré esa forma diferente de dividir el todo en partes que ha surgido de manera espontánea casi en el siglo XXI.
El éxito de la Taxonomía en biología fue tal que se expandió a otras disciplinas y cruzó las fronteras del pensamiento. Así hoy en día, tenemos CNAE (clasificación nacional de las actividades económicas), tenemos la contabilidad de gastos e ingresos de una empresa la cual, empieza con una clasificación básica del flujo monetario que ocurre en una actividad económica y, como se decía en el evento de la SESGE, se debería hacer lo mismo con la información que se transmite en una agrupación social sea individual o grupal.
La técnica insoportablemente liviana de Aristóteles
Todas las clasificaciones formales como las anteriores imitan a Aristóteles. Un concepto que engloba a todos los elementos objeto de estudio. A partir de ahí, estos se dividen de manera disjunta y exhaustiva. Esto es, cada parte de la división tiene intersección nula de manera que cada elemento o bien pertenece a una parte o bien pertenece a otra parte. Además, cada elemento debe pertenecer a alguna parte, de lo contrario no sería exhaustiva y se diría que tiene agujeros.
Su numeración
Esta técnica de clasificación permite hacer un árbol o un grafo jerárquico. También suele tener una numeración asociada. Al primer concepto que engloba el universo a estudiar o ese todo se le puede numerar con 1. Aunque no es lo habitual porque no hay más “todos”, y se quita finalmente, para este texto lo mantendré. Seguidamente, se pone un punto y se numeran las partes de manera alfabética o bajo un criterio estándar. Por ejemplo, 1.1, 1.2, 1.3, 1.4, etc. Si cada parte nuevamente es divida en otras partes, se vuelve a poner un punto y se procede de manera análoga a la anterior, 1.1.1, 1.1.2, 1.1.3, 1.1.4, etc. Así hasta que se considere por finalizada la clasificación. Es costumbre añadir ceros a la izquierda para dar a entender que hay una cantidad superior a diez o a cien o de partes.
Pros y contras
Este tipo de clasificaciones requiere la observación de todos los elementos algo tremendamente difícil de conseguir en ciencia. Además, no es dinámica. Ello significa que una observación nueva que pertenezca a una intersección que se suponía vacía requiere poner patas arriba toda la estructura y, se debe, volver a empezar. Eso sí, a veces se recurren a parches y se considera salvado el error. La técnica del parche termina en insoportable si no se reestructura cuando es debido.
No obstante, esta técnica de nuestro querido Aristóteles, que en su día fue un avance, una vez supuestamente recién terminada resulta liviana para clasificar a los elementos observados. Requiere pensar poco. O dentro o fuera, o blanco o negro, o público o privado, o hombre o mujer. Así no hay lugar a dudas hasta que encontramos un elemento que ni dentro ni fuera, ni blanco ni negro… o más bien dentro y fuera, blanco y negro, hombre y mujer.
La necesidad del cambio
Debemos aceptar nuestra debilidad humana y reconocer que no somos perfectos. Debemos diseñar una técnica o metodología que permitan el aprendizaje creativo. Ello nos libera de la fuerte exigencia de la perfección. Debemos hacer esto para que la camisa no nos venga grande.
Ser conscientes de nosotros mismos nos fortalece sin ser necesariamente más perfectos. Creo en nuestra condición y necesitamos ganar ya para luego seguir superándonos.
Una metodología sujeta al supuesto de que nuestro trabajo es perfecto es una metodología cerrada o abocada al fracaso. Una metodología abierta a nuestra forma de ser y nuestra condición está mayor predispuesta al éxito; un éxito basado en la supervivencia y no en los estereotipos de la perfección o del “como debe ser”.
La nueva metodología y Copérnico
Por suerte hoy en día tenemos una manera más dinámica de clasificar. Esta permite ver lo desclasificado. Acepta las observaciones nuevas, es decir, no es disjunta ni exhaustiva, si bien mantiene una aparente estructura jerárquica. Esta la vi por primera vez en Gmail, el cual permitía añadir varias clasificaciones a un mismo mensaje. Ello rompía con la disyuntiva. Además, al día siguiente podía añadir nuevas categorías; lo que rompe esta vez con la exhaustividad.
Veamos en qué consiste. Partimos de un todo o un universo. Seguimos y observamos una característica que unos elementos del universo disponen y otros no. Así tenemos nuestro primer conjunto. Por ejemplo, el todo pueden ser las personas. Unas son mujeres y otras no. Si dicha característica la cumplen todos, tenemos un sinónimo o una caracterización. Así que no hay que temer a lo absurdo.
Sigamos. Observamos otra característica, hay personas que son hombres. Aquí viene el quid. En vez de decir que o bien son hombres o bien son mujeres, añadimos un nivel nuevo. Eres mujer, ¿si o no? Eres hombre, ¿si o no? De ese modo tenemos que una persona puede ser: SíMujer, NoMujer, SíHombre, NoHombre. En caso de que descubramos que NoMujer = SíHombre, tenemos un nuevo hallazgo científico. Por el contrario, si descubrimos que no es vacío el conjunto de SíMujer y SíHombre, no nos desmonta la estructura. Creo que se ve que no es liviana, pero se puede soportar a lo largo de los siglos y de los años. De hecho, hay rumores de que existen personas con sexo de mujer y de hombre. Personalmente, solo conozco el rumor.
Veamos un ejemplo no tan polémico para nuestros días. Aristóteles distinguió a los animales de los vegetales, pero actualmente reconocemos que ciertos hongos se comportan como animales y como vegetales. En algún día del pasado supondría su quebradero de cabeza y se tuvo que reestructurar la clasificación o parchearla. No voy a entrar en terreno de historia de la taxonomía, ya que con esto me basta.
Acorde con la nueva metodología procederíamos de la siguiente manera. Ser vivo, animal ¿sí o no?, Vegetal ¿sí o no? En el pasado se creía que SíAnimal y SíVegetal era absurdo porque no se había observado ningún elemento. Era una parte vacía. Más adelante se descubrieron que los hongos son animales y vegetales. Descubrimos que Animal o Vegetal es una dicotomía falsa y, por consiguiente, dicha parte no era vacía.
Copérnico
Lo dicho anteriormente supone un giro al estilo de Copérnico. Esto se debe a que las cualidades o características, en vez de ir en vertical van en horizontal. Véanse los gráficos.
En el gráfico anterior podemos ver una clasificación a partes de dos y vertical. El universo 1 es divido en dos partes por las cualidades 1.1 y 1.2. Estas cualidades pueden ser nuevamente divididas en dos y otra vez en dos más. Así sucesivamente. Así se ve en el próximo gráfico.
Pero ahora vamos a pasar de ser vertical a horizontal. Las características irán en líneas horizontales y un elemento pertenecerá o no a dicha característica. Aunque deberíamos hablar de conjuntos. Por ejemplo, si encontramos un hongo, debemos preguntarnos si pertenece al conjunto de los animales, la respuesta será sí. Luego nos preguntamos si pertenece al conjunto de los vegetales y nuevamente será sí. En el gráfico siguiente se expresa esto, pero con las características del gráfico anterior.
La numeración que tenemos en la imagen anterior se debe leer de la siguiente manera. Se supone el primer sí. Luego se sustituye el Sí por el 1 y el no por el 0. Entonces tenemos Característica 1.1 Sí, Característica 1.2 Sí, … Sí corresponde con 111. De este modo tal y como vayamos descubriendo características vamos añadiendo. Se puede mantener un orden cronológico o no. Al principio habrá muchos vacíos, pero no molestan. Al final, se suelen llenar.
La aparente jerarquía anterior es eso una apariencia ya que podemos reordenar las características o cualidades encontradas sin que nos cambien los conjuntos finales. Cambiarán la numeración, pero los conjuntos serán los mismos. Quien esté en un conjunto tendrá como compañeros o vecinos a los mismos de dentro del conjunto.
Ejemplos
Ciudadanos
Universo: españoles. Hablas castellano, ¿sí o no? Hablas inglés ¿sí o no? Con esto tendríamos españoles que hablan castellano y no inglés, que hablan castellano e inglés, que hablan inglés y no castellano (españoles nacidos aquí y que se fueron a vivir a Reino Unido de bebes) y que no hablan castellano ni inglés, todos los bebes. ¿Sorprende? Rompe con los estereotipos.
Colores
Universo pinturas de colores. Tienes cían en tu composición, ¿sí o no? Tienes magenta, ¿sí o no? Tienes amarillo, ¿sí o no? Así obtiene la impresora casi todos los colores perceptibles por el ojo humano. Aquí se puede incluir la cantidad de cada pintura en el caso afirmativo y en caso negativo, la cantidad es 0. De aquí obtendríamos un cubo CMY complementario respecto 1, el cubo RGB. Observemos un caso NoCían, NoMagenta, NoAmarillo, es el barniz o el color transparente, el color del agua.
Sexualidad
Esta es una hazaña que empieza en primaria. Primero descubrimos el cuerpo con lo cual somos niños o niñas. Luego descubrimos la atracción hacia el cuerpo de ya hombres o mujeres. Finalmente descubrimos la mentalidad hombre o mujer. Así tenemos mujeres en cuerpos de hombres con atracción hacia el cuerpo… y más casos.
Este es un quebradero de cabeza hoy en día que no sabemos bien como clasificar. La ciencia debe contribuir a la paz entre individuos e “intraindividual”, es decir, la paz dentro de cada persona. Todo ello indica que es el momento de darle difusión. Ahora entiendo mejor esa necesidad que te comentaba al principio del texto.
Información
Terminaré con unas observaciones que quiero comentar a los ponentes del evento online de la SESGE. No llegué a entender que usaran esta metodología de clasificación, pero da igual. Tal vez, sí. Fíjense en esto. Dado un ente social -forman un sistema-, la información interindividual que generan puede ser pública o privada según el estándar habitual. Pero entonces cómo encaja la información que es pública y privada. Hay información privada que se debe conocer el público, pero todos deben disimular. Son los secretos a voces. Y, en este caso, no son errores.
Conclusiones
Abramos las clasificaciones y las taxonomías a nuevos entes que desconocemos que existen. El vacío no es peligroso, solo es una puerta entreabierta a lo desconocido para que no nos pille infraganti. Ello permite una forma de encajar los nuevos descubrimientos sin tener que reestructurar nada, solo tal vez poner matices.
Ante todo, no propongo una sustitución sino una ampliación un método más. Aquellas personas que quieran seguir como hasta ahora que lo hagan, pero que dejen a las demás seguir su camino. La ciencia debe incluir esta nueva forma de clasificar y de analizar la realidad para mejorar sus resultados. Tal y como veo a la Taxonomía de la biología y las demás ramas del conocimiento científico, social o humanista aún no lo he visto implantado.
El camino de la revolución científica empieza a quedarse obsoleto. Lo científico no es o blanco o negro, está el gris y el transparente. Debemos avanzar de manera que no nos impida superarnos nuevamente.
Agradecimientos
No olvido aquella persona que desconozco y consiguió implantar en Gmail su peculiar forma de clasificar correos electrónicos. O tal vez fue un grupo.
En la actualidad hay un hervidero de movimientos sexuales que revindican su orientación y su posición. A todas estas personas les agradezco su esfuerzo por darse a conocer. En su día me dieron un quebradero de cabeza que finalmente resolví de esta manera.
Piensen sistémicamente.