Recuerdo que de estudiante en la Facultad de Ciencias Matemáticas de la Universitat de València preguntaba a mis compañeros dudas que no dejaban indiferente a la gente. Algunas eran absurdas, se respondían fácilmente y otras no eran tan evidentes. En estas últimas era cuando me decían: “Eso no va para el examen”, “Con un cinco me conformo”, “Tú ¿por qué te calientas tanto la cabeza?” también había quien me ofrecía una respuesta brillante y pertinente.
Han pasado unos años y se ve cómo estas cuatro reacciones han sido determinantes en el futuro como matemáticos, ya presente, de quienes éramos estudiantes. Los veo a todos ellos en un lugar distinto. Todos contribuimos a las matemáticas y cada uno está a gusto en su posición.
He tenido la oportunidad de encontrarme con jóvenes estudiantes con inquietudes semejantes y me imagino que les estará sucediendo lo mismo. Ello se debe a que cuando uno se libera de los estereotipos que marca la sociedad y busca su camino, empieza a ver nuevos horizontes por sí mismo. Así tendremos gente que cree que puede llegar a un lugar diferente y otros que quieren coger el mapa y que les guíe el GPS. Ambas son respetables y necesarias. Las dos son aventuras dignas de ser vividas.
¿Qué pasa si en el horizonte vislumbramos un contraejemplo?
Es cierto que con un contraejemplo es suficiente para tumbar una demostración, pero también es cierto que es muy difícil encontrarlo cuando la demostración ha convencido a varias generaciones. Si crees que es tu caso, te recomiendo apuntarlo y aplazarlo durante unos días. Luego, revisa. Si aún así te sigue convenciendo, no tengas prisa. Aprueba la asignatura y luego revisa. Si el contraejemplo sobrevive, acaba la carrera y revisa.
Tal vez te parezca que durante el proceso no has hecho nada, pero has ido madurando o creciendo como matemático y eso se agradece. Por otro lado, hay otra tarea que necesitarás: ¿cómo exponer un contraejemplo para mostrar que el teorema es falso? La respuesta está en la carrera de matemáticas. A lo largo de tu evolución verás que hay más tareas tanto intelectuales como emocionales para conseguir ese propósito que te has marcado. Una tarea emocional que hizo constatar Marco Aurelio es dirigirse hacia la humildad. Esta te permitirá ver sin peligro a romper nada las respuestas. Aunque no he podido verificar la siguiente cita es muy creible que lo dijera así:
“No dejes que los elogios te inflen el ego ni que las críticas te desanimen. Conócete a ti mismo y mantén la ecuanimidad”
Marco Aurelio
Los elogios o críticas que puedan venir de tu interior también cuentan. La perspectiva de éxito o de fracaso también nos suele llevar a un estado diferente, así que inclúyelas. Para mí, la humildad es la que nos facilita permanecer ecuánimes. Cabe esperar que la gente reaccione de manera diferente cuando les cuentes tu contraejemplo porque, como decía, cada uno va a un puerto diferente. El camino que te he indicado es el mismo camino que el del vino, se requieren años de reposo y paciencia.
Referencias
- Cita de Marco Aurelio encontrada en X (antes Twitter).
Bibliografía
- Meditaciones. Marco Aurelio.
Hay muchas traducciones al castellano.