Educación, mecanicismo y el arte como terapia

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¡Feliz Navidad y mucha salud “ele mental”!

Son días de descanso académico después de una carrera contra los elementos mecanicistas. Ha habido alegrías y disgustos, pero bien que nos merecemos entrar en otra dimensión. No obstante, mucha gente se reencontrará con una realidad dolorosa producida por el vacío de alguien querido. Esto produce un desgaste y se ve en nuestra salud mental o como dicen en el Col·lectiu Obertament: salud ele mental.

Quiero hablaros un poco sobre la influencia del mecanicismo de la ciencia en nuestra educación y –¿por qué no?– de la experiencia del arte como terapia. También os contaré que la ciencia no es sinónimo de mecanicismo, aunque este “tren” oculta otros. Así que, próxima parada en el siguiente apartado.

El camino del mecanicismo en la educación

Recuerdo que antes de que finalizara el bachiller, en la radio anunciaban un curso con técnicas de estudio que garantizaban el éxito académico y era en la capital de provincia. Este fue un primer contacto con las técnicas de estudio mecanicistas, aunque hasta hoy no me daba cuenta de ello. Pero ahora he podido caer en la cuenta al practicar arte y el pensamiento sistémico desde años atrás. En este apartado explicaré por qué la educación con las técnicas de estudio convencionales es mecanicista.

El mecanicismo, rasgos

El mecanicismo es un paradigma de la ciencia, esto es, una forma común de proceder o de pensar; algo así como una metodología de metodologías. Sus padres son personas cuyo legado ha perdurado a lo largo de varios siglos, como Descartes, Newton y demás. Todo un logro para la época. Si pudiéramos, veríamos cómo ese paradigma supuso un gran aporte a la sociedad en su día. No obstante, hoy vivimos una época con problemas de otra índole y necesitamos de otro gran aporte como lo fue el mecanicismo en su día. Veremos más adelante que ya lo tenemos disponible.

El libro de Descartes “El discurso del método” es un inicio muy bueno para adentrarse en el problema de entonces y entender mejor lo que he dicho anteriormente. Este procedimiento pretende reducir al máximo para poder abarcarlo todo de forma exhaustiva. Algo que ya de por sí es paradójico. Pasemos a la próxima parada para seguir entrando en el mecanicismo y educación.

Facciones mecanicistas en la educación actual

En primer lugar, si estas estudiando y no conoces nada mejor, te recomiendo que sigas así hasta que necesites mejorar la técnica; sigue leyendo para mejorar lo que has aprendido en vistas del mundo laboral y no en vistas de subir nota en academias mecanicistas. No digo que no te sirvan, solo no prometo una mejora en la nota. Pero si que verás otros beneficios.

Si abrimos un libro sobre técnicas de estudio, veremos que se adapta al sistema educativo actual como aquel curso que superé, es decir, te enseña a vencer en ese terreno. Así que divulgan el mecanicismo sabiéndolo o no. Este paradigma se basa en leerlo todo de manera exhaustiva y aprenderlo todo; si no puedes, aconseja reducir, reducir y reducir.

Una mirada a las profesiones, nos permite darnos cuenta de ello. Estas están más que divididas en especialidades y subespcialidades cada vez más concretas para poder tener un conocimiento completo de esa parte de la realidad a la que se dedica la profesión. Ello soluciona parte del problema, pero crea otros problemas que se dejan en el tintero.

Si ahora miramos el sistema educativo, el trabajo del estudiante son: leelo todo, primero; entiéndelo todo, preguntalo todo y no te quedes con dudas; etc. Exhaustividad. A continuación, sigue con un resumen y luego con un esquema para finalmente llegar a la idea central. Reducción al máximo. Fin del método de trabajo para el alumno.

Los libros buenos en técnicas de estudio te dan consejos estratégicos para realizar el examen; como por ejemplo, lee todo el examen, primero –que no digo que no se deba leer, pero sí que siguen en la misma línea. Exhaustividad. Escoge los que más nota te dan primero. Reducción.

Por tanto terminamos reduciendo el todo en la síntesis, con el uso de la razón. ¿y donde está la creatividad en la educación? Se acerca la siguiente estación.

El camino de vuelta

Gracias a la experiencia que tuve en el Col·lectiu Öbertament y a otras que siguen muy presentes en mi vida he podido darme cuenta que el camino de vuelta no se hace en la academia (escuelas, institutos, universidades, etc.) Pero si salimos de ese mundo y nos vamos al mundo del arte nos veremos envueltos en el camino de regreso. Además, hoy en día están viendo que resulta terapéutico.

En el arte se trata de partir de una idea y llegar a materializarla, es decir, de la idea central a la realidad. El camino inverso de la razón. Personalmente lo veo como un salto, ya que para ello se requiere un gran uso de creatividad porque, por muy detallista que sea la explicación de la idea, siempre hay que complementar y aportar más detalles que se dejan a la libre interpretación.

Por ejemplo, una obra de teatro escrita solo contiene palabras y unos pocos detalles más. El actor o la actriz deben darle una entonación, unos gestos y mucho más. A esto le llamamos interpretar el papel. Un pintor parte de una idea, una técnica, unas emociones… y las plasma en el lienzo en forma de imagen. Una vez más de la síntesis pasamos a la realidad. Para lograrlo debemos hacer un gran uso de la creatividad, ya que hay que llenar la falta de detalles.

La IA ha conseguido simular ese proceso, pero no ha conseguido darnos los beneficios de dar ese salto creativo. Por todo ello, no me extraña que el arte resulte un descanso para la mente racional y que sea una salida para nuestra irracionalidad emotiva e intelectual. Antes de llegar a la última parada, observemos por la ventanilla el paisaje lejano de la ciencia.

El camino de la sistémica

El paradigma sistémico es consciente de que nuestra mente es limitada, así que acepta reducir. También es consciente que dicha reducción se restringe a una finalidad real, es decir, reducimos para luego conseguir algo en la realidad. Por tanto, luego realizaremos el camino de vuelta a la realidad, como los artistas, y deberemos usar nuestra creatividad también limitada. Por ello que el paradigma sistémico reduce solo lo necesario para poder dar el salto inverso: el creativo.

Recuerdo de las clases sistemas de Lorenzo Ferrer, catedrático de la Universitat de València, que decía que toda visión es parcial. De hecho vemos delante y no detrás. Además, curiosamente, los peces que parecen tener una visión 360º, no son muy inteligentes, pero los delfines que no ven detrás, sí. Esto no demuestra nada, pero me da confianza para seguir por ese camino.

Lorenzo Ferrer recomendaba tener una visión holística de la realidad, que difiere de tener una visión exhaustiva de esta. Una visión holística de la realidad es como una visión del conjunto en la que se ven todas las partes interactuando entre sí. Un plano de la ciudad encaja como visión holística de un municipio. Aunque se pierden detalles, tenemos presente las conexiones entre las calles, cuáles están juntas, cuáles son paralelas, si hay plazas, etc.

En la siguiente imagen se ve de forma gráfica lo que pretendo expresar. Mientras el mecanicismo acaba en la teoría y por tanto solo reduce. El pensamiento sistémico da un paso más y vuelve a la realidad. En muchos libros de sistemas se pone de manifiesto el uso de la creatividad como una necesidad para la acción. Ello lo hereda la educación.

La educación convencional hereda de la ciencia su proceso

Conclusión

En esta parada, concluyo que una educación sistémica requiere del salto creativo además de la reducción, así podemos pasar de la realidad a la teoría y de la teoría a la acción. Para ello debemos tener una visión holística en todo momento y no de una visión exhaustiva. Mientras, la educación mecanicista no ayuda en el salto creativo y la reduce, una vez más, al proceso reductivo más propio de la razón. No es de extrañar que los empresarios y otros personas de acción como los artistas se vean ahogados o abrumados en la educación actual.

Por último, una frase que va más allá de Descartes sería: por pensar, no tengo garantizada mi existencia humana. Visto lo visto no es de extrañar que el arte resulte terapéutico porque te sientes una persona realizada. Por lo que me atrevo a decir que si la educación fuese sistémica, nos ayudaría a superar esta pospandemia. Mientras esto no ocurra, no nos conformemos a salir de la esta crisis con la única acción de tomar una pastillita y seamos un poco más artistas.

Créditos

La imagen de cabecera es una obra derivada a partir de una foto de Erol Ahmed en Unsplash.

Nota: Este es un regalo de Navidad para ti y en especial para el Col·lectiu Öbertament.


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