Desde este blog quiero hacer una reivindicación por la mejora en las condiciones y los derechos de la gente que padece algún problema, enfermedad o trastorno mental. Todos y todas somos susceptibles de que nos suceda el día de mañana. Así que, cuidar nuestra salud mental es una acción que no debemos dejar de lado. Para ello trataré esta vez el tema del estrés laboral docente con Inma Albi, psiquiatra del Hospital Franccesc de Borja (Gandia).
Aunque me centro en los docentes, veréis que se puede ampliar para cualquier profesión y, también, para quienes quieren cambiar el mundo. Además, me he llevado con más de una sorpresa en sus respuestas. Como puedes ver en las fotos, Inma siempre ofrece un punto de vista diferente. Sin más te dejo con sus consejos para tener una vida más saludable en el trabajo y fuera también.
Pregunta
Si nos ponemos en el lugar de los profesores veremos que luchan contra un sistema que no fomenta el estudio ni el esfuerzo del alumno para progresar en su vida personal. Ello implica un mayor desinterés hacia la asignatura. Lo que a su vez se convierte, a veces, en un desinterés por algunos docentes. No obstante, el mismo sistema, de forma paradójica luego pide resultados al profesor. Entonces, ¿cómo puede una profesora o un profesor afrontar esta situación contradictoria des del punto de vista emocional?
Inma Albi
Bueno, trabajo en sanidad y creo que también nos enfrentamos a lo mismo. Es un poco parecido porque es un sistema con el que no estamos de acuerdo, a veces, y que implica una serie de cosas que no queremos. Creo que lo primero que tenemos que hacer es aceptar donde estamos. O nos salimos o aceptamos dónde estamos para que eso no nos cause daño.
Evidentemente, si estamos como resistiéndonos todo el tiempo diciendo: “Ay, es que no”, “Esto no tendría que” … Sí que hay que hacer cierta lucha por cambiar las cosas, creo, pero aceptando que hay cosas que no se pueden cambiar y poniendo nuestro granito de arena. No resistiéndonos y enfadándonos con el sistema porque, entonces, todo lo que se resiste, alimentará nuestro estrés y nuestro desgaste. Y entonces empieza el desinterés, que tú has dicho, Alejandro, forma parte de una cosa más compleja que es el desgaste emocional que te produce tu trabajo.
Pregunta
Entonces tenemos una situación que produce estrés y nos has recomendado…
Inma Albi
Sí, de alguna manera aceptar dónde estamos trabajando; en un sistema que no nos gusta, pero como en la vida misma. ¿No? El sistema social que tenemos puede no gustarnos y sí que creo que hay que luchar, pero desde la aceptación, no des del enfado. El enfado es lo que nos produce más desgaste emocional. Vamos a tener frustraciones, pero hay que aceptar las como una parte de nuestro trabajo también.
Pregunta
Durante el curso puede que un profesor, maestro o maestra entre en estrés. ¿cómo pueden estos profesionales sospechar que padecen un ligero estrés para evitar que crezca?
Inma Albi
Creo que las personas que trabajan en docencia tienen varios niveles de estrés, tú has dicho uno, pero además está la carga de trabajo, el trabajar con niños, según de qué edades, cada uno de un sitio… También es enfrentarse al sistema, a los superiores, el estrés organizativo, etc. Quiero decir, hay varias fuentes de estrés.
Creo que uno de los estreses más identificables es el desgaste que te estoy diciendo porque creo que para la mayoría de la gente -he visto a docentes en consulta- es un acúmulo de la carga del estrés del día a día.
Entonces, ¿cómo puede…? Tú has dicho una ¿no? Cuando una persona tiene desinterés en su trabajo o no tiene motivación. Hay unos síntomas en el cuerpo, que cada persona sabemos cuándo nos estresamos, qué nos pasa. Por ejemplo, hay personas que tienen más taquicardia, que van más aceleradas, que sienten ahogos, hay quienes tienen somatizaciones en el cuerpo, en las piernas o dolores. Todo eso son síntomas de estrés de lo que nos vamos tragando. Se nos van manifestando en el cuerpo.
El cuerpo nos avisa, lo que pasa es que no le hacemos caso. A lo mejor tienes un dolorcito sin ninguna justificación. Me duele el pie, por ejemplo, y vas coja y sigue yendo coja. Entonces el cuerpo te está avisando de que tú vas por encima de tus posibilidades y estás aguantando un estrés.
Si no le hacemos caso, pues eso se va complicando y nos va aumentando. Si podemos hacer caso y parar, observarnos y decir: “bueno, a ver, ¿qué me está pasando en el trabajo?”, entonces, yo creo que tendríamos mucho ganado.
Muchas veces también lo identifican los compañeros, te pueden decir: “oye ¿no crees que estás un poco estresada?”. La irritabilidad también es una señal importante. Alguien que le dicen una cosa y se enfada, es un signo. Es importante escuchar a los demás y escucharte a ti.
Pregunta
Ahora la pregunta sería, una vez has detectado el estrés ¿cómo detectar que necesitas acudir al médico o simplemente hacer algunos pequeños cambios?
Inma Albi
Una vez tú identificas que estás estresada, desgastada emocionalmente y que te está haciendo daño, la forma cómo estás trabajando, entonces, aunque en esta sociedad se ha medicalizado mucho se cree que esto es cuestión de médicos. Esto no es cuestión de médicos. Quiero decir, todas las personas tenemos capacidades y tenemos herramientas para hacer frente a las adversidades.
Hay que recordar las que tenemos; porque a veces cuando estás así, muy estresada, no reconoces que yo soy capaz de, por ejemplo, irme al campo y caminar por la naturaleza, que eso me sienta bien o que medito… Hay muchas herramientas que cada uno… Recomiendo hacer como un botiquín. Recuperar el ¿yo en otros momentos que he hecho para salir de una situación así? entonces recuperas todo eso y tienes como un botiquín ahí de herramientas para hacer frente al estrés.
No hay que ir al médico ni tomarse un tratamiento farmacológico. Yo creo que estamos medicalizando demasiado eso cuando el estrés es una cosa que todos y todas podemos pasar. Si tenemos una situación difícil, pues la forma de lo que nos pasa en el cuerpo y en la mente es eso que reaccionamos ante eso. Es como una reacción de nuestro cuerpo y de nuestra mente ante una situación que está siendo difícil y que nos está sobrepasando.
Si vemos que nosotras por nosotras mismas no podemos, pues entonces tenemos que acudir al médico porque nos puede asesorar, pero nos puede asesorar a esto: a ir a relajación o intentar manejar el estrés y probablemente son cosas que hemos hecho, pero que en ese momento no somos capaces de poner en marcha y para eso sí que nos pueden ayudar con los psicólogos en un momento dado, ¿no?
Pregunta
Y ahora, siguiendo en esta misma línea, imagínate que una persona, se dice no, no tengo estrés, cuando está estresada. ¿A qué crees que se arriesga cuando se niega a tantas veces?
Inma Albi
Ya, pienso que muchas personas lo niegan porque es como que muestras una debilidad, ¿no? Demuestras que eres vulnerable, y justamente yo creo que es lo contrario. Cuando identificas, cuando reconoces que estás mal, es cuando tienes más poder. El poder está ahí: en saber reconocerlo. ¿No?
Pues si una persona lo niega, lo niega y lo niega se está arriesgando a estar cada vez peor. Y llegará un momento… cuando pare, pues ya estará muchísimo peor. Entonces probablemente va a necesitar una medicación y probablemente sea mucho más difícil afrontarlo. Pero si somos capaces de reconocerlo, eso es fuerza, eso es poder. Es poder decir: soy vulnerable como todo el mundo y necesito ayuda. La ayuda puede ser de la familia, de los amigos, de ciertas herramientas que todos tenemos y de los profesionales también, claro.
Pregunta
¿Podría suceder que una persona no reconozca su estrés por su propio estigma hacia la salud mental?
Inma Albi
Puede ser, pero yo pienso que es poco. El estigma de la salud mental normalmente es para problemas más graves como pueden ser los trastornos psicóticos, pero lo del estrés y la ansiedad están en la orden del día. ¿Quién no tiene estrés o no tiene ansiedad? Quien cuando le dices «ay, es que estoy estresada», pues te dice, «yo también». Me parece que está más en eso, en el no reconocerse vulnerable.
Por ir a una unidad de salud mental, pues a lo mejor puede ser que sea el estigma. “¡A ver si se creen que estoy loco! Eso sí, pero ya te digo que, si lo normalizamos más y que no es una cosa negativa, sino que tenemos que tener estrés en nuestra vida… Lo que pasa que tenemos que saber afrontarlo.
Yo creo que no hay que llegar a las unidades de salud mental. Ojalá no llegáramos, algún día, a las unidades de salud mental. Se han extendido demasiado. Nos estamos olvidando de nuestras propias capacidades para afrontarlas cosas.
La vida es así, la vida tiene eso, en la vida tienes estrés, tienes sufrimiento…
Pregunta
¿Te refieres al botiquín?
Inma Albi
Sí, cuando yo he hecho algún curso con profesionales -no docentes-, pero con otro tipo de profesionales y hacíamos lo del botiquín, salían cosas que son comunes a todas las personas. Todas las personas tienen: familia, amigos, alguna red de apoyo, mascotas o el contacto con la naturaleza, por ejemplo, que es gratis. Hay cosas que las tenemos ahí al lado y no las estamos viendo. Todas esas cosas salían como puntos importantes de apoyo entre situaciones de estrés o situaciones difíciles en la vida, entonces eso lo tenemos más o menos. Luego, hay muchas otras: relajarse, tratar de calmar, lo importante es calmar para parar y observarnos.
Pregunta
La última pregunta sería darte la oportunidad de dirigirte a los lectores de esta entrada para aquello que quieras decir, si tienes algo que comentar, que te guste que sepan…
Inma Albi
Yo creo que se ha medicalizado mucho los problemas de la vida. Un trabajo siempre tiene un estrés y hay trabajos que tienen más connotaciones. Los trabajos con personas tienen más estrés. Entonces hay que saber que tenemos un reto, son retos que tenemos que seguir tirando para adelante y no es nada negativo.
Intentar normalizar porque a todos y todas nos pasa en algún momento que tenemos estrés. Yo creo que eso es una palabra que todo el mundo puede identificar. El hecho de saber que a todos nos pasa, pues hace que pensemos que no es un problema mío, sino que es compartido.
Intentar, pues eso, darnos cuenta de que nosotros tenemos la solución, las posibles soluciones.
Hay miles de cosas que se pueden hacer. Hay gente que le gusta coser. La creatividad es muy importante también, estimular nuestra parte creativa.
Yo creo que se trataría de eso, de no ver cómo única solución ir a un profesional a que me ayude en algo y que me den una pastilla. Las pastillas, creo que habría que llevarlas a último término cuando ya esto nos ha superado, nos ha desbordado, pues por una situación muy difícil, pero intentaría primero cualquier otra herramienta que son mucho más sana, me parece.
Muy interesante la entrevista, gracias.
Me surgen varias inquietudes :
– Hasta que punto es correcto que hayamos normalizado en la sociedad el «estar estresado» de forma continua como algo habitual, ya resignados.
– por otra parte, nos falla mucho ese » botiquín » personal. En algunos casos por desconocimiento y en otras porque se están mercantilizando mucho algunos recursos
Son buenas observaciones, Cristina.