Sugerencia de unas definiciones vitales para la biología

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Los resultados que intento conseguir alcanzan su interés máximo cuando pueden ser aplicados a las ciencias biológicas. Sin embargo, cuenta Emilio Valadé del Río en una entrada, Hablando de seres vivos, de su blog que no hay una definición satisfactoria de ser vivo, vivir, vida… Realmente no lo dice, pero su ausencia lo sugiere.

La importancia de las definiciones reside en que ellas delimitarán el alcance del estudio que queramos hacer. Dedicaré un artículo entero a definir estos conceptos que darán más utilidad al modelo que busco. Para ello, primero haré unas observaciones acerca de las definiciones y luego me centraré en definir dichos conceptos.

Esta entrada es una respuesta al post anterior de Emilio Valadé del Rio debido a que como comentario es demasiado largo.

La calidad de la definición y su dificultad

La definiciones no son proposiciones. Entonces, no pueden ser calificadas de verdadero o falso. Una definición es como un estándar que se acepta de forma colectiva para hablar todos de lo mismo. Si las definiciones de un grupo de personas difiere de otros grupos, hablarán de conceptos diferentes. Ello dificulta la comunicación porque las afirmaciones ciertas para un grupo puede que sean falsas para el otro grupo.

Los conceptos no son más que el agrupamiento de unos «casos particulares» que se pueden percibir o imaginar. Por ejemplo, se puede definir la palabra pluma estilográfica a través de la experiencia ofreciendo casos concretos de objetos que sí se consideran plumas y otros que se parecen, bolígrafos o lápices, pero no lo son.

Dicho lo anterior, resulta adecuado hacer lo mismo que John Venn (1834 – 1923) quien usó los diagramas para representar conjuntos. Si cada punto del plano representa un objeto (o un caso concreto) perceptible, o imaginario, identificado por una palabra, todos ellos darán lugar, intuitivamente, a una figura con área no nula.

En la imagen de abajo tendría los casos concretos (u objetos o entes) a los que hace referencia el concepto que refleja alguna palabra del lenguaje humano. Un concepto tendrá una definición la cual apunta a otros o a los mismos y dará lugar a otra figura con área no nula. Si hemos hecho bien la definición, las figuras coincidirán.

En dicha imagen quedan representados todos las posibilidades que pueden suceder a la hora de definir un concepto.

En la imagen de abajo hay dibujado un gran recuadro redondeado. Los puntos que están dentro representaría cada uno de los casos concretos (objetos, entes…) real o imaginario. Dentro del recuadro hay una circunferencia perfecta con línea continua que representa todos los casos que engloba el concepto.

Si se obtiene una definición que describe perfectamente el significado del concepto ambas figuras, la del concepto y la de la definición, coincidirán. En el diagrama que sigue, las definiciones las he representado en línea discontinua. Veamos a continuación las 6 posibilidades que tenemos para un concepto.

Todos los casos que pueden suceder al definir el concepto al que hace referencia una palabra.
Imagen 1: Todos los casos que pueden suceder al definir el concepto al que hace referencia una palabra.

Tal vez no acertemos al principio nada en absoluto, definición 1; que tengamos a todos los casos del concepto y otros que no tienen nada que ver, definición 2; que tengamos parte del concepto y parte que no, definición 3; que tengamos solo una parte del concepto (sin impurezas), definición 4; que acertemos bastante reuniendo a casi todos los casos concretos a los que hace referencia el concepto y unos pocos que no tienen nada que ver, definición 5; finalmente, la última posibilidad es la coincidencia absoluta, que no he representado gráficamente porque coincide exactamente con la circunferencia del concepto.

Una vez visto estas posibilidades, estamos preparados para hacer definiciones cada vez mejores. Se hace la definición, se ve que todos los casos que queremos incluir están dentro y los que no están fuera. Puede suceder que no podamos mejorar la definición y tengamos que recurrir a enumerar excepciones tanto por falta (que deberían estar) como por inclusión (que no deberían estar). Así tenemos que, cuantas menos excepciones, mayor calidad de la definición.

Definiciones vitales

A continuación, me atreveré a dar unas definiciones sobre conceptos importantes para la biología como son vivir, ser vivo, vida… En Internet (Castellano) se pueden encontrar dos diccionarios para la biología: uno del Ministerio y otro que pertenece BioScrips. Sin embargo, estas definiciones no se encuentran.

En los cursos de bachiller dejaban claro que una ciencia quedaba definida cuando se ponía de manifiesto su objeto de estudio. La Biología es la encargada de estudiar la vida o los seres vivos y, al contrario de lo esperado, no definen estos conceptos. Con la intención de acompañar el paseo de Emilio, expongo unas posibles definiciones.

Ser vivo: sistema energético-material que tiene como objetivo vivir (puede tener más objetivos).

Vivir: Permanecer tal y como se es, pase lo que pase o bajo cualquier circunstancia. Vivir no significa que no haya cambios, sino que han de ser mínimos.

Los seres vivos están continuamente adaptándose al medio. Esto llevaría, a más de uno, a decir que la vida es estar constantemente cambiando para mantenerse vivo, en funcionamiento. Sin embargo, si se llega a cambiar mucho, dejaremos de ser nosotros, así que, aunque sigamos «funcionando», es otra cosa la que vive.

Reconozco que, a muchos, esta definición no les resultará satisfactoria. No hay ningún problema que se tome otro camino para llegar al mismo lugar. Para mi, permanecer tal y como se es, no implica no cambiar sino que la esencia de uno permanece como el primer día.

Estilo de vida: conjunto de acciones o reacciones que se toman dentro de una normalidad o de una vida normal.

Vida (normal): concepto que depende de cada ser vivo y vendría a significar el conjunto de hechos que suceden una y otra vez a seres vivos similares.

Nota: La materia y la energía son inertes (sin vida) podrían formar un sistema, pero si su objetivo no está relacionado con vivir, no son sistemas vivos. La mayor parte de materia y energía parece ir a la deriva de modo que genera nuevas moléculas difíciles de predecir. Se dice que el azar matemático refleja bien esta deriva.

Virus: son «la antivida» porque sí son un sistema energético-material, pero con el objetivo de destruir lo vivo, es decir, que los seres vivos pasen a tener un objetivo diferente al de vivir. Los virus crean enfermedades, pero no todas ellas son causadas por virus, hay sustancias que no son un sistema y que provocan enfermedades (o curaciones).

Nota: La vida nace de la materia y la energía inerte que, dando tumbos, llegó, por casualidad, a formar un sistema energético-material enfocado a permanecer igual. Esto es, a tener una estabilidad cuando interactúa con la materia y energía del entorno. Es lógico pensar que mientras la materia y la energía van cambiando de posición e interactuando entre ella se produzcan sistemas que perduren más. Estos sistemas pasan a ser sistemas vivos.

El estilo de vida tendrá una sostenibilidad, es decir, dentro de lo que es una vida normal, el tiempo que puede perdurar así, con el mismo estilo.

El estilo de vida tendrá una resiliencia, es decir, dentro de lo que no es una vida normal, el tiempo que puede perdurar en vida.

Ahora tenemos que la materia, la energía y los seres vivos y antivivos van cambiando de posición continuamente, lo que da lugar a nuevos entornos y me recuerda que la teoría de la evolución de Darwing la cual afirma ,y estas definiciones lo respetan, que quien sobrevive no es el más fuerte sino el que esté más preparado para el cambio.

Los seres vivos han aprendido a comer otros seres vivos para sobrevivir porque dichos sistemas energético-materiales son aptos para la vida. Probar otras sustancias conlleva el riesgo que encajen con el sistema energético-material que se tiene ni con el objetivo de vivir. Como he dicho, hay sustancias que te apartan de vivir.

Los virus, en cambio, han aprendido a engañar al aparato reproductor de un ser vivo para que deje de estar vivo al «obligarle» a generar más antivida. El virus no tiene el objetivo de vivir, de ser como es, el máximo tiempo posible. Por tanto, ante cualquier circunstancia cambiará o mutará.

Las definiciones expuestas parecen encajar con los conocimientos de bachiller, así que es ya una opción presentable. De todos modos, habría que mejorarlas –no creo que haya acertado a la primera–. Una forma, como he dicho más arriba es ver si excluyen o incluyen algún caso que no debiera.

No hay que temer a equivocarse, hay que mirar que tenemos la virtud de rectificar y de mejorar. Si decidimos menospreciar las definiciones no aportaremos una ciencia a la sociedad de calidad.

Un futbolista de primera división, antes de jugar, prueba el campo, aun sabiendo que está homologado. Un tenista de la ATP bota la pelota antes del saque para conocer su rebote aun sabiendo que son de máxima calidad. Los científicos, por tanto, deben precisar los conceptos que van a usar a pesar que todos sepan su significado.


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