Un sueño eterno

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Un sueño eterno es aquel que se pretende conseguir, se logra y luego sigue el esfuerzo en mantenerlo vivo. Solo de ese modo el sueño es eterno. En este post te ofreceré cómo las matemáticas influyen para conseguir un sueño concreto. Y algo que podemos hacer para conseguirlo. Por ello te invito a que veas este vídeo de Max Richter. Seguro que te emociona. 

El sueño 

Personalmente, me gustó mucho el video y comparto ese sueño eterno. Quiero (y queremos) conseguir una sociedad donde los derechos humanos sean respetados, ya no por obligación legislativa, sino por simple intuición moral de cada uno. Una sociedad donde el egoísmo de cada uno no rompa con estos derechos básicos que tenemos todos por el simple hecho de haber nacido. Un egoísmo inteligente capaz de ver que es mejor la vía del respeto a los derechos de todos que su infracción. 

Para conseguir ese sueño se requiere de una educación evolucionada; que también respete las peculiaridades de cada uno. No se trata de imponer conductas, más bien de construir entendimiento entre todos nosotros y sacar la forma de ser de cada uno. Aquí es donde empiezan aparecer las matemáticas. Por ejemplo, imaginemos que cada uno sume a su capricho y unos digan que 2 + 2 = 3, otros que es igual a 5 y unos pocos alardean de que es 4. El entendimiento está abocado al fracaso. 

La trayectoria 

Se trata de respetar al otro a ser como es y a convivir todos juntos con nuestra manera espontánea de comportarnos. Por ello debemos enseñar cuando uno es y cuando uno no es. La libertad debe ser sugerida como camino a nuestro desarrollo personal. Por lo cual se necesita de un lenguaje común entre nosotros. Pero más que un idioma único necesitamos un entendimiento, una mente abierta, una empatía entre nosotros y algunas cualidades más. 

En todo ello influye la cultura que nos proporcionan las artes y las ciencias. El arte, en sí, desarrollará mucho en cada uno de nosotros la empatía, la ciencia junto con las matemáticas nos ayudará a abrir la mente a nuevas formas de pensar o razonar y con ambas llegaremos a un entendimiento con mayor plenitud. 

La educación es la primera en transmitirnos todo ello. Así es como hasta ahora hemos crecido. Sí, junto al arte, la ciencia y otras disciplinas. Piensa que dentro de la ciencia hay matemáticas y en otras partes se requiere un mínimo de ellas. Luego, una vez decimos adiós a la escuela o los estudios, debemos seguir nosotros invirtiendo en la construcción de nosotros mismos y permitir que cada uno haga de él mismo lo que quiera ser. 

La inversión 

Para invertir en cultura, artística y científica, no disponemos de una bolsa donde esté dicha empresa para comprar acciones. Decía un premio nobel de la paz, M. Gandhi: “Sé el cambio que deseas ver”. Por tanto, cada día que lees, escuchas o ves una obra de literatura, de arte o de ciencia incluso matemáticas estás contribuyendo a ese mundo soñado. Cada día que decides avanzar en tu especialidad también estás contribuyendo a una sociedad más humana. 

Quiero decir con convicción y bien alto que: enseñar y aprender derrite muros. ¡Sí! Porque el entendimiento une a las personas. Crear y compartir levanta fuerzas, ya que es la mejor forma de ilusionarse por emprender nuevas aventuras. Así pues, con esta costumbre arraigada en nuestro ser, ir hacia la sociedad soñada (en busca de ese sueño eterno) se convierte en coser y cantar donde intercalaremos descansos para seguir adelante. 

El descanso 

Obviamente, necesitamos descansar. Lo que significa parar, pero no retroceder. No tenemos que cruzar la frontera de ir en contra de lo que queremos. Una distracción que nos aleja o que nos obliga a reconstruir lo conseguido no es un descanso sino una mala praxis a destapar y una desviación a evitar. 

Retroceder nos indica que nos hemos esforzado por luchar en contra de nosotros. Ello va aparejado de un cansancio. En definitiva, no hemos descansado a pesar de haber cambiado de actividad. El descanso es necesario y se consigue con aquella actividad que luego te permite seguir por donde lo dejaste. 

El día a día 

El sueño eterno emociona tenerlo; vivirlo, toda una recompensa; mantenerlo, un deber libre de ser aceptado. Cada día que nos levantamos y vamos a trabajar para mantener viva la cultura estamos contribuyendo a ese mundo digno de ser vivido. Espero que estés de acuerdo conmigo que el trabajo nos pide constantemente de entendimiento, de empatía y de una mente abierta. Todo ello es una oportunidad para transmitir nuestra humanidad, la que desarrollamos en la escuela gracias al aprender arte y ciencia, dos pilares esenciales de la cultura que debemos fortalecer constantemente. A pesar de haber olvidado mucho de lo aprendido, ahora forma parte de nuestra llama viva, de nuestra intuición, de nuestro comportamiento, de nuestro ser. 
 
 


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