La empresa y la teleología

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Muchas veces veo a mis compañeros matemáticos participar en la optimización de la producción para mejorar los beneficios. Esto es muy natural en el mundo de la empresa. Por ejemplo, Cathy O’Neil nos cuenta en su libro (ver abajo) que le fascinan las matemáticas y los números primos. Así que acabó haciendo un doctorado en números algebraicos los cuales guardan una estrecha relación con los anteriores. Pero al cambiar su vida y pasar al mundo de la empresa quedó sorprendida de su relación directa con los beneficios de las corporaciones.

Todo ello es muy natural en nuestra sociedad. Ocurre a menudo y de manera espontánea. Los matemáticos necesitamos trabajar y las entidades económicas solo buscan crecer, pero ¿todas tienen el mismo objetivo? Está claro que los matemáticos debemos tener un oficio para ganarnos la vida y servir a la sociedad. Así que en este artículo trataré sobre la pregunta formulada.

Diversidad empresarial

Tenemos a los ayuntamientos que si bien no son una empresa sí son un sistema social donde se trabaja, se produce un servicio y se mueve dinero. Del mismo modo tenemos muchas más “empresas” de la administración como escuelas, institutos, centros de salud, hospitales, bibliotecas, etc. Ojo: confundir su fin existencial con los de una empresa económica, produce errores y distorsiona la visión de la realidad.

Lo dicho anteriormente se resume en empresas públicas que son diferentes a las privadas, pero aún hay más. Tenemos las empresas sin ánimo de lucro como las ONG. Tenemos a los partidos políticos. Tenemos empresas que trabajan solo para la administración y servicios públicos dirigidos solo a las empresas privadas como las cámaras de comercio españolas.

Aún podemos encontrar más “empresas” u organizaciones sociales que producen un servicio a la sociedad, trabajando y moviendo dinero. Pensemos en los sindicatos, en los colegios de médicos y de abogados. En entes empresariales para defender sus derechos, en las sociedades científicas y agrupaciones culturales. ¿Seguimos con las religiones? Creo que tenemos bastante.

Teleología

Una vez hemos visto mejor la diversidad de sistemas sociales que existen en nuestro país cobra sentido la teleología de la cual Aristóteles contribuyó mucho. Pero ¿qué significa esa palabra tan parecida a teología? Si está pensado en que el empresario es a la empresa lo que Dios es al mundo, le digo que espere un poco que no tiene que ver con eso.

La Teleología es un conocimiento de la Filosofía olvidado como podemos comprobar al consultar una enciclopedia de papel. Sus raíces las podemos encontrar entre Platón y Aristóteles. Luego vino Immanuel Kant y pocos más como el escocés Alasdair MacIntyre según mis referencias (ver abajo). Como de costumbre todo conocimiento trata de poner luz en una pregunta o varias. Aquí la principal es ¿cuál es el fin de un ser o de algo?

Como sabrás la finalidad de un bolígrafo es la de escribir de manera permanente sobre el papel mientras que la de un lápiz de manera que se pueda borrar. Así tenemos dos objetos para la escritura con diferentes fines.

También tenemos los fines que le dan los artistas. Así unos lápices de colores se pueden usar para estructuras de madera a pequeña escala para expresar aquello que no siempre se puede verbalizar. Entonces tenemos que un lápiz se puede crear con un fin y se puede usar con otro. Todos hemos hecho castillos de naipes y su uso inicial no es ese. Por tanto, la respuesta a la principal pregunta de la Teleología depende de nuestro punto de vista.

El sentido de la teología en la empresa

Lo dicho anteriormente tiene una importancia vital en el mundo de las empresas en su sentido amplio. Como dice Wikipedia “Norbert Wiener (1942) llamó sistemas teleológicos a los sistemas cibernéticos, cuyo funcionamiento puede describirse como orientado a un fin (programado por humanos).” Los sistemas cibernéticos no son más que las empresas en el sentido amplio que tratamos aquí, pero aplicado también a muchos más ámbitos.

Tenemos claro que para conseguir funcionar en esta economía todas las entidades necesitan dinero desde que se inventó la moneda. Pero eso no significa que todos tengan como fin existencial crecer económicamente. Creo que responder a la pregunta para qué sirvo en este mundo laboral o visto de otro modo cómo encajo en esta sociedad es una pregunta crucial que debemos formularnos cuando emprendemos una actividad económica.

Creo que se darán cuenta que el dinero es un medio para funcionar y no la finalidad por la que funcionar. Creo que todo emprendedor o líder debe prestar atención al uso que le dan a su organización o a sus productos y servicios. No siempre es el mismo como sucedía con los naipes y los lápices. Mientras sean minoritarios no habrá que hacer caso, pero cuando las cosas cambian habrá que adaptarse.

En el campo del marketing suelen preguntar a sus empresas qué valor aportan al cliente. Esta pregunta está muy relacionada con la Teleología. Además de esa pregunta, recomienda diferenciarse de la competencia. Con ello se consigue mantener la esencia de la empresa.

Sin embargo, a pesar del buen marketing, veo a muchas empresas copiar a otras con la finalidad de ganar más dinero simplemente y olvidarse así de su fin. Veo anunciar funcionalidades a sus productos diferentes para lo que se han hecho para así vender más. Al final o simplemente en el medio plazo esto se degenera y pierden su esencia, su belleza, su razón de ser y de ese modo el mundo se hace feo poque todos formamos parte de él.

Por ejemplo, un partido político tiene la finalidad de representar o defender las ideas de sus votantes que coinciden con las expresadas por ellos públicamente. No obstante, muchos usan el partido para enriquecerse o abusar del poder que da alcanzar la cima del mando social. En el libro de Rafael Rodríguez de Cora “Ideologías como sistemas” podemos encontrar más ejemplos. Si esto se da muchas veces tendríamos un país incómodo de vivir.

Algunas consecuencias de no responder

He contado esto porque muchas veces se maximizan los ingresos y se minimizan los gastos a costa de sacrificar la propia empresa, En ese momento se cruza una frontera que nos lleva a la degeneración o a la mutación involuntaria.

La mutación solo es aplicable cuando nuestro fin ya no es alcanzable en esta sociedad o en este entorno. Sin embargo, si degeneramos, abandonamos a nuestros clientes, o más generalmente a nuestra gente. Aunque a los máximos dirigentes de las entidades les diría que, de ese modo empiezan una nueva hazaña inconscientemente en un nuevo entorno por el cual no están acostumbrados a funcionar. Por lo que nada más se detecte una degeneración se debe rectificar.

Levantemos la mirada

Fijémonos que hoy en día hay muchos alimentos que dan hambre, muchas bebidas que dan set y mucha información que no te libera, sino que provoca decisiones en ti, es decir, te manipulan. Así que debemos rectificar; unos han degenerado y los otros debemos llamar la atención.

Cathy O’Neil lo ha hecho mediante un libro y lo dice muy claro ya en el título “amenaza nuestra democracia”. Rafael Rodríguez de Cora también se ha lanzado con un libro y desde un ámbito diferente a las matemáticas. Por lo que te animo a que: mires, veas, comentes con los tuyos y finalmente “protestes” o sugieras oficialmente a esa “empresa” porque lo necesitamos.

Bibliografía

Agradecimientos

  • Foto de Quino Al en Unsplash.

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